Hablará muy bien de ti ayudar a tus vecinos, promoverás una buena relación y confianza. Por ejemplo, si tu vecino viene con bolsas del supermercado ayúdalo a cargarlas, si este viene a tomar el elevador deténtelo para que él también pueda usarlo o si te pide un poco de azúcar para endulzar el café en las mañanas, échale una mano. Estas pequeñas acciones muestran tu solidaridad.
La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, es ayudar a las demás personas. Y efectivamente, el ser solidario con las personas que te rodean te garantizará la ayuda idónea para cuando la necesites.
Los vecinos definitivamente serán los que te brindarán su ayuda en situaciones de emergencia si no cuentas con familiares que vivan cerca de ti, gracias a que se crearon lazos de amistad y confianza. ¿Cuántas veces has escuchado de una vivienda a otra o de un apartamento a otro? frases como… Fernando ven a cenar que tus padres no han llegado del trabajo… Carmen puedes traer a mi hijo del colegio… O vecina voy a sacar a pasear a mi mascota, ¿me llevo a la tuya?... Pequeñas acciones que día a día van llenando estas carencias familiares.
Ten en cuenta que ser un vecino solidario no es sencillo, pero, depende de nosotros el ser tolerantes, unidos, incondicionales y responsables con la convivencia entre vecinos. ¡Has bien y no mires a quién! Sí, así como dice el refrán. Aplicando esto lograrás establecer buenas relaciones y darás un pedacito de ti a quien más lo necesite.
¿Cómo puedes ser una persona solidaria?
Ser solidario con los demás siempre hablará bien de ti como persona. Por eso, hoy te ofrezco dos reglas de oro que debe seguir para ser un buen vecino:
1. Ofrece tu tiempo
Sea amable desde el primer día y ofrécele ayuda al vecino. Normalmente, este tipo de encuentro (cargar una bolsa, detener la puerta de elevador o prestarle un utensilio de cocina, por ejemplo) se dan fuera del inmueble y comienzan con un simple saludo hasta establecer una buena relación con los vecinos.
2. No hagas lo que no te gusta que te hagan
Se debe ser consiente que una persona no puede vivir aislada de la sociedad, por ello, se debe tener una buena convivencia vecinal y no hacerle a tu vecino lo que no te gustarían que te hagan a ti.
La solidaridad entre vecinos también se observa en el no colocar música a volumen muy alto, en el no dejar ladrar o maullar a tu mascota toda la noche, en el no hacer ruidos de construcción en horas de descanso. Recuerda que algunos vecinos llegan a su hogar luego de un arduo día de trabajo, con ganas de tener paz y armonía.
Los vecinos difícilmente niegan su ayuda a las personas con las que conviven, siempre habrá una respuesta positiva de su parte. No faltará quien ofrezca una sopa o un jugo para una vecina que se encuentre enferma.
Tampoco faltará el vecino responsable que se encargue de recoger a tus hijos en el colegio porque aún te encuentras en el trabajo. Así son los vecinos solidarios, viven en unidad. Sin embargo, todo no es color de rosa y encontrarás algunos con malas actitudes, pero, estas son actitudes minoristas y poco comunes.
Recuerda que la solidaridad entre vecinos es una manera de asegurar personas de confianza con las que contarás día a día en un caso de emergencia.